La visualización mental activa las mismas regiones del cerebro que el entrenamiento físico, como la corteza motora y el cerebelo. Atletas de alto nivel la usan para ensayar movimientos, aumentar la confianza y reducir errores.
Además, esta técnica fortalece la conexión mente-cuerpo y mejora la coordinación muscular. No sustituye al entrenamiento físico, pero lo potencia significativamente, según psicólogos deportivos.