Dormir menos de cinco horas por noche durante varios días seguidos puede generar alteraciones cognitivas y emocionales significativas. Estudios del sueño muestran que el cerebro necesita al menos 7 horas diarias para realizar procesos vitales como la consolidación de la memoria y la regulación emocional.
La privación de sueño también reduce la capacidad de concentración, aumenta el riesgo de accidentes y puede inducir episodios de confusión mental o incluso micro alucinaciones. Dormir bien no es un lujo: es una necesidad biológica para funcionar correctamente.