La ciencia detrás del ardor.
La capsaicina, el compuesto activo en los chiles, no solo da el característico ardor en la boca. Investigaciones muestran que mejora la circulación sanguínea, ayuda a reducir niveles de colesterol y favorece un metabolismo más acelerado. Incluso, algunas evidencias relacionan el consumo moderado de picante con una mayor longevidad y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Comer picante, en la medida justa, no solo enciende el paladar, también fortalece al organismo.
JACOBO FLORES