Riesgos ocultos de un hábito cotidiano.
Escuchar música o hablar por llamadas durante muchas horas con audífonos puede tener consecuencias serias. El uso prolongado y a volumen alto provoca un desgaste en las células auditivas que no se regeneran, aumentando el riesgo de pérdida permanente de audición. Incluso con volúmenes bajos, llevar audífonos más de 8 horas al día puede favorecer infecciones por bacterias y acumulación de humedad en el canal auditivo.
Hacer pausas y mantener una buena higiene son claves para disfrutar de los audífonos sin dañar la salud.
JACOBO FLORES