Investigaciones muestran que hablar en voz alta contigo mismo (self-talk) mejora la atención, la resolución de problemas y la planificación. Sirve para procesar experiencias emocionantes o negativas, organizar ideas, y tomar decisiones.

Este diálogo interno externo refuerza la memoria, mejora la motivación y puede disminuir la ansiedad en situaciones nuevas o estresantes. No es locura: es estrategia mental. Tu voz, tus pensamientos, tu mejor aliado cuando necesitas claridad.

CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES

El cerebro humano podría predecir el futuro, revelan nuevas investigaciones