Según encuestas recientes, hay una disminución constante en la ingesta de alcohol entre personas menores de 30 años. Las razones más comunes están relacionadas con una mayor conciencia sobre salud mental y física, el acceso inmediato a información sobre los efectos negativos del alcohol, y la creciente disponibilidad de bebidas sin alcohol.
Además, los jóvenes de hoy priorizan el autocuidado, evitan situaciones de riesgo y están menos influenciados por la presión social. La exposición a estilos de vida saludables en redes sociales y el deseo de tener mayor control sobre su bienestar también influyen en esta decisión.
Este cambio de comportamiento refleja una transformación cultural hacia hábitos más conscientes y sostenibles.
CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES
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