Hiperempatía: Sentir dolor ajeno como propio arruina tu vida
La hiperempatía convierte las emociones externas en tormentos internos, erosionando la identidad y saboteando las relaciones más cercanas.
No es solo empatía exagerada, quienes padecen hiperempatía absorben el sufrimiento o la felicidad ajena como si fuera propia, viviendo en una tormenta emocional constante. Este rasgo tiene una base biológica y genética, y puede manifestarse con mayor frecuencia en personas altamente sensibles o que han vivido traumas tempranos.
Como ventaja, facilita conexión emocional profunda y resulta útil en profesiones como psicología, medicina o educación, gracias a la capacidad de leer sentimientos ajenos con precisión. Sin embargo, el reverso de esta intensidad es devastador: ansiedad, agotamiento emocional, confusión de identidad y dificultades para establecer límites personales se vuelven constantes. En ambientes laborales o íntimos, puede derivar en burnout o relaciones codependientes.
Expertos recomiendan estrategias como distanciamiento emocional, empatía cognitiva (entender sin absorber), y prácticas como terapia cognitivo-conductual, mindfulness y regulación emocional. La hiperempatía transgrede el límite entre ver y sentir. Sin control, cada emoción ajena se vuelve una carga. Aprender a distinguir lo propio de lo ajeno es clave para recuperar el equilibrio y la salud emocional.
CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES
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