Reducir el azúcar en la dieta no significa renunciar al sabor. Los expertos recomiendan sustituir refrescos por agua o té, leer etiquetas para identificar azúcares añadidos, priorizar alimentos integrales y satisfacer antojos con frutas o chocolate oscuro. Cocinar en casa también ayuda a controlar los ingredientes. Estos cambios graduales permiten mejorar la salud, prevenir enfermedades crónicas y mantener el disfrute de la comida.