Investigaciones han encontrado fósiles de peces bajo la arena del desierto del Sahara, lo que confirma que hace entre 5 y 10 mil años la región era un mar interior con lagos y abundante vida acuática. Los cambios climáticos y la progresiva desertificación atraparon estos restos, ofreciendo pistas sobre la evolución climática del planeta y revelando un pasado donde el agua dominaba el paisaje.

DOMMINIQUE FEMAT