A nivel global, los órganos más solicitados son los riñones, seguidos por hígados, corazones y pulmones, también incluye páncreas e intestinos en menor medida.
En Estados Unidos, más de 100,000 personas figuran en la lista de espera; alrededor del 87 % demandan un riñón. La complejidad del trasplante depende de varios factores: compatibilidad, preservación del órgano, tiempo quirúrgico y riesgos para el receptor, lo que hace que órganos como corazón o pulmón sean más difíciles de conseguir y trasplantar exitosamente.
En cuanto a donaciones en vida, los órganos que pueden donarse sin que el donante pierda calidad de vida incluyen un riñón completo o una parte del hígado. En casos menos frecuentes, también puede donarse porciones del páncreas, intestino o lóbulo pulmonar, aunque esto es mucho más raro.
La brecha entre la demanda de órganos y la oferta sigue siendo crítica. Comprender cuáles son los órganos más requeridos y qué puede donarse en vida aporta claridad sobre las posibilidades reales que existen para salvar vidas mediante la donación.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
Aguascalientes impulsa la donación de órganos: avances y retos