Hablar en voz alta contigo mismo puede ayudarte a organizar mejor tus pensamientos, recordar pendientes y reforzar la memoria. Los psicólogos lo llaman “autoinstrucción verbal”. Lejos de ser un signo negativo, este hábito puede potenciar la concentración y mejorar la resolución de problemas, sobre todo cuando se acompaña de tareas complejas.
Hablar solo en voz alta: lo que revela de tu mente
Hablar solo no siempre es signo de locura. La ciencia revela cómo este hábito influye en la memoria, la concentración y la organización mental.
